miércoles, 23 de marzo de 2011

LAS MADREÑAS

Madreña:   zapato de madera de una sola pieza, en cuya suela están presentes un talón y dos tacos delanteros que tienen la misión de garantizar un mejor aislamiento de la humedad o del barro. Estos resaltos le proporcionan estabilidad al asentarse sobre un suelo irregular, le aíslan del barro y de la humedad y permiten su giro al caminar, compensando así la carencia de flexibilidad del material; pero tengo que decir que aunque prácticas, no es fácil caminar con ellas y si no se manejan bien se corre el riesgo de torcerse un tobillo.




Su origen es incierto, pero se puede hablar de la evolución del calzado de madera hasta llegar a la madreña empezando por una simple tabla atada al pié por medio de correas, pasando por las sandalias, las galochas (suela de madera y empeine de cuero) y los zuecos. Su uso estába muy extendido para realizar las labores en la cuadra o en las huertas, se suelen tener en el zaguán, así que cuando se sale para trabajar se las ponen y al volver con una simple sacudida se las quitan, pues no es costumbre entrar con ellas en la casa.



Fabricación

La primera labor del madreñero es procurarse la madera, normalmente cerca de cada pueblo hay bosques para ello pero en no pocos casos, sobre todo debido a una sobreexplotación de la zona por dedicarse bastantes vecinos a la fabricación de madreñas, los madreñeros se desplazaban a concejos vecinos a comprar madera. Después de talar los árboles, en el mismo bosque, se troceaba la madera e incluso se la desbastaba. Con ello rebajaban el peso y podian acarrear mayor cantidad de madera a lomos de sus caballos. Las maderas que más utilizaron los madreñeros son: abedul, haya, aliso, nogal y castaño.
Una vez en casa el madreñero abre los troncos en tayos del grosor adecuado para la fabricación, dependiendo del grosor del tronco la madreña podía ser de cuarto o mitad, incluso de tratarse de un tronco de gran grosor este era fendido en ocho partes. Tambien se aprovechan troncos con el grosor justo para una sola hilada de madreñas, se denominan madreñas de cañón, en este caso la calidad es inferior por contener el producto el corazón del árbol, tendiendo a rajar con mayor facilidad. De esta manera son más apreciadas las madreñas de cuarto que de mitad.





Mediante el hacha se labra el tayo con todas las piezas a las que va a dar lugar juntas, en hilera, orientadas todas en la misma dirección. Acabado el esbozo de las futuras madreñas se cortan quedando ya individualizadas. Con la azuela se da la forma definitiva, se perfilan los tacones que pueden ser dos, tres o cuatro y se comienza el vaciado de la boca. Mediante los taladros manuales se realizan unos cuantos orificios en el empeine, con las degras de madreñero se ahueca la madera previamente taladrada. Posteriormente la pieza es rematada en su exterior utilizando el rasero.
La mayor parte de las madreñas fabricadas en Asturias son decoradas con pintura, "xilografiadas" mediante un hierro al rojo, tallas decorativas o mezcla de ellas. Finalmente pueden estar ferradas con clavos de espiga o más modernamente llevar unas gomas clavadas en los tacones.La repercusión de la producción madreñera en la economía rural, sobre todo de Asturias ha sido enorme en épocas pasadas. La venta de madreñas permitió a muchas familias contar con unos modestos ingresos ya que se simultaneaba con las labores del campo y era un oficio transmitido de padres a hijos. Lo común era la venta en los mercados de los concejos y en menor medida en comercios especializados, aunque también se practicaba el “servicio a domicilio”, en el que el madreñero, mantenido y alojado en una casa, proveía de madreñas al grupo familiar para una buena temporada.


¿Masculino o Femenino?. Por lo menos..... Aislantes


En las madreñas nunca se introducen los pies sin más, sino que antiguamente sobre el pie se colocaba una especie de botín de un paño de lana muy grueso. Este paño se llama "estameña", y el botín "escarpín". Había diferentes clases de escarpinos, unos que cerraban el pie justo por debajo de los tobillos, con un aspecto parecido a una zapatilla. Otros que superaban ligeramente la altura de los tobillos, cubriéndolos. Y otros más altos, que llegaban justo hasta debajo de las rodillas, cubriendo la pantorrilla entera. Una vez calzados los escarpinos, se metían los pies dentro de las madreñas. A veces, para rellenar, y también para aislar más del frío, también se colocaba dentro un poco de paja o hierba. En tiempos más modernos, desde que los escarpinos cayeron en desuso, lo que se utiliza en su lugar son zapatillas del tipo de las de andar por casa. Lo que nunca se hace es meter el pie sin más, ni tampoco con un zapato normal. Por ello, puedes estar viendo un hueco relativamente grande en el interior de la madreña, y deducir que era para un pie también grande, y por lo tanto masculino. Así que eso puede ser un indicio engañoso. Y otra pista de quién era la persona que usaba esas madreñas, si hombre o mujer, también te la puede proporcionar el acabado exterior. Las madreñas de hombre solían ser más o menos blancas (quiero decir del color claro de la madera), ya que, o bien se dejaba la madera tal cual a la vista, o bien simplemente se le daba una capa de barniz. En cambio las femeninas solían ir pintadas con colores como negro o granate. Eso es porque se supone que las mujeres presumían más, y a la madreña se procuraba darle un aspecto que imitara a un auténtico zapato de cuero.
Sobre la superficie, con ayuda de unas cuchillas especiales, se hacían unos adornos incisos en forma de retícula, motivos geométricos, flores, y hasta imitando los cordones de un zapato. Así que si ves indicios de pintura, es más probable que fueran madreñas de mujer. De todas formas, la decoración incisa no es exclusiva de las mujeres, también las madreñas para hombre se decoraban profusamente. Además de para los adultos, también se fabricaban (y se siguen fabricando) madreñas para niños. Hasta no hace muchos años era una escena muy habitual ver en la entrada de las escuelas rurales una fila de las madreñas que dejaban allí los críos antes de entrar en clase. Ah, y otra cosa, esos clogs sin cubrir el talón es el mismo tipo que los usados en Portugal.


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