sábado, 19 de enero de 2013

ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE ASTURIAS












El Archivo Histórico Provincial de Oviedo, que en año 1983 pasó a denominarse Archivo Histórico Provincial de Asturias, se creó por Orden Ministerial de 11 de enero de 1956, un cuarto de siglo después de que se promulgase el Decreto de 12 de noviembre de 1931 sobre Régimen y denominación de los Archivos Históricos de Protocolos e Históricos Provinciales. En virtud del mismo se estableció la creación de estas instituciones en las capitales de provincia con la principal finalidad de recoger y custodiar los protocolos notariales de más de 100 años de antigüedad. No obstante, sucesivos decretos y órdenes ministeriales han propiciado su conversión en archivos generales de ámbito provincial con el doble carácter de históricos e intermedios. 


 Podemos distinguir tres etapas en la vida del Archivo:

 Primera etapa: entre su creación, en 1956, y el año 1972 en que se le dota de un nuevo emplazamiento e instalaciones más adecuadas. El Archivo Histórico Provincial de Oviedo tuvo su primera sede en el Palacio del Conde de Toreno, cuyas dependencias compartía con el Instituto de Estudios Asturianos, la Biblioteca Pública de Oviedo y el Centro Coordinador de Bibliotecas. El núcleo documental inicial lo constituyeron los protocolos notariales centenarios de varios distritos notariales y, los registros de las Contadurías de Hipotecas. En esta primera etapa el Archivo presentaba unos niveles muy alejados de los actuales en lo que se refiere a volumen de documentación y número de usuarios.

 Segunda etapa: abarca de 1972 a 1999 y está marcada por dos hechos, la inauguración el 12 de mayo de 1972 de una nueva sede en el ala oeste del Monasterio de San Pelayo y la firma, en 1988, de un Convenio entre el Principado de Asturias y el Ministerio de Cultura en base al cual se transfiere la gestión del Histórico Provincial a nuestra Comunidad Autónoma. El nuevo edificio permitió la incorporación de nuevos fondos lo que supuso una revitalización del Archivo. Por su parte el citado Convenio de Gestión puso la base para la creación del futuro Archivo Histórico de Asturias. El aumento de los ingresos se constata especialmente en la década de los años 80, frenándose posteriormente por falta de espacio hasta el cambio de siglo. En esta segunda etapa se reciben los protocolos notariales de prácticamente todos los distritos e ingresan varios fondos privados, así como un gran volumen de documentación procedente de los servicios provinciales de la Administración Central e Institucional y, sobre todo, de los órganos de la Administración de Justicia. Se obtienen además fondos de interés para Asturias custodiados en otros Archivos fuera de nuestro territorio mediante copia en microfilm, tales como el Catastro del Marqués de la Ensenada y los Fondos Asturianos en el Archivo General de la Guerra Civil Española. 


 Tercera etapa: comienza en el año 2000 hasta el 2010, fecha en la que el Archivo Histórico se traslada a este nuevo emplazamiento, la antigua Prisión Provincial de Oviedo. A partir de la entrada en el milenio se experimenta un extraordinario incremento de los fondos documentales en todas las secciones del Archivo, al contar con depósitos para la documentación externos a su sede central, y por tanto un incremento de usuarios. Ha habido una incorporación masiva de documentación, tanto de fondos preexistentes como de fondos nuevos. Se ha potenciado la recuperación de un interesante y variado bloque de archivos privados, nobiliarios y de empresa, sin olvidar las transferencias que desde el Archivo General de la Administración del Principado de Asturias se han hecho de los fondos de la extinta Diputación Provincial, el Hospicio y la histórica Junta General del Principado. En la actualidad se conservan más de 180 fondos diferentes, tanto públicos como privados, todos ellos a disposición del ciudadano. Y la historia del Archivo continúa a partir de marzo de 2010, fecha en que hemos abierto las puertas al público en un edificio incomparable, para contribuir con el trabajo cotidiano a enriquecer y preservar nuestra memoria que es uno de los patrimonios más preciados y sin duda el legado más generoso que podemos ofrecer a las generaciones venideras. 




 EL EDIFICIO 

Los planos, realizados por el arquitecto provincial Javier Aguirre y continuados por su sucesor Nicolás García Rivero han seguido el diseño de cárcel modelo, tal y como el arquitecto asturiano Eduardo Adaro proyectó para la Modelo de Madrid y presenta singularidades como la utilización, por primera vez en España, del hormigón armado para el entramado horizontal. El monumental edificio de la antigua prisión presenta una arquitectura sobria pero armónica y fue fruto de la ideas ilustradas de tono higienista de finales del XVIII que se difundieron por Europa a lo largo del siglo XIX y preconizaban el fomento de unas condiciones dignas del recluso para así alcanzar el objetivo final de su reinserción en la sociedad. La Cárcel Provincial se mantiene en funcionamiento hasta el año 1992 fecha en que los reclusos son trasladados al Centro Penitenciario de Villabona, en el concejo de Llanera. 


El edificio es adquirido por el Gobierno del Principado de Asturias en el año 1997 y cedido al Estado cuatro años más tarde, el cual se encarga de la rehabilitación del mismo para albergar el Archivo Histórico Provincial y el Archivo Histórico Regional de Asturias. El inmueble es declarado Bien de Interés Cultural en 2003. Una vez finalizadas las obras la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias se ha hecho cargo de la gestión, el funcionamiento y la puesta en marcha del establecimiento archivístico. Cuenta el edificio, en la actualidad, con las más modernas instalaciones; una sala de exposiciones y otra de usos múltiples, ubicadas en el espacio que se dedicaba a cuerpo de guardia y en la parte superior del mismo una amplia sala de consulta más varios espacios para biblioteca, trabajos en grupo y lectura de microformas, así como aula didáctica.


 El recinto estrellado, donde se ubicaban las diferentes galerías, alberga la zona de administración y dirección y los depósitos de documentos, con un total de más de 65 kilómetros de estantería móvil. Se han conservado cuatro celdas como testigo de la vida carcelaria de diferentes épocas a lo largo del siglo XX, flanqueadas por un espacio de carácter expositivo donde se reproduce el locutorio así como variados aspectos de la vida de la prisión.

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